La Clave del Señor Sol.
El señor Sol está muy preocupado: no encuentra la llave del edificio por
ninguna parte. La ha buscado en el sótano, donde viven los señores Do y
Re, pero ellos le han contestado que de ninguna manera está por allí,
que ellos entran a su casita libremente, y no tienen nada que hacer en
las alturas que protege la llave del preocupado Sol.
Anda que te anda, ha llegado hasta el primer apartamento, donde vive un
ratón llamado “Mi”. Toca y toca la puerta, grita y grita, pero este
ratoncito no está en casa. Tanta ha sido la alharaca del señor Sol, que
se han asomado a la ventana tres vecinitas chismosas: Fátima, Laura y
Domitila, quienes viven en la primera, segunda y tercera ventana,
respectivamente.
.-¡¿Qué ruido es éste tan ensordecedor?!.- pregunta Fátima angustiada.-
.-Pues es el Señor Sol,.-responde Doña Laura.- que al parecer ha perdido
su llave... me lo ha dicho Silvia, la vecina del piso 3...-
.-¡¿QUÉ?!.- grita Domitila desde lo más alto del edificio.- ¿Y cómo voy a
hacer para salir a verme con mis amigas cantantes?... Si este Señor Sol
no consigue su llave, va a tener problemas conmigo, ¡si señor!, ¡nadie
puede tener encerrada a una persona tan importante como yo, que necesita
verse con gente de la alta sociedad y asistir a los mejores conciertos
de ópera de la ciudad!
.-¡Cállese, Señora Domitila!.-responde muy molesto el señor Sol (quien
es el conserje del edificio).- este es un problema de todos nosotros...
si no conseguimos la llave, nadie va a poder salir de aquí, ni usted ni
ninguno de nosotros, así que vamos, a mover las teclas rápidamente
porque necesitamos poner la llave en su puesto!.
Todos escucharon los argumentos del señor Sol muy preocupados, y
atendiendo al llamado del conserje, salieron en busca de la llave que
misteriosamente había desaparecido.
Busca que te busca, entre los sostenidos, bemoles y becuadros que suben y bajan a las notas musicales, y la llave no aparecía...
Busca que te busca, entre los allegros y los moderatos que alegran ó
entristecen cada canción... y nada que aparece la llave del señor sol...
Busca que te busca entre los fortíssimos que hacen canciones estridentes
y los pianíssimos que las convierten en susurros... y la búsqueda
seguía sin resultado alguno...
Busca que te busca, entre las melodías y las armonías, y la llave seguía perdida.....
Todos seguían buscando mientras pasaban las horas... la puerta del
edificio seguía cerrada mientras la Señora Domitila imaginaba un triste
concierto sin su presencia.... cuando de pronto... Click, Click... un
repicar de llaves y se ve girar el cerrojo de la puerta....
.-¡Buenas Noches, vecinos! ¿Y esta reunión a qué se deberá? .- Era el
Ratón Mi, que regresaba de hacerse un buen mercado de quesos.
.- Por cierto, Señor Sol, aprovecho para entregarle la llave... es que
la tomé prestada un rato mientras salía a comprar mi ración de queso
para la semana... le iba a pedir permiso, pero como no estaba usted en
casa....-
Todos lo miraban con cara de enfado...
.-¿Con que ha sido usted?.... ¡Pues ésta no se queda así!.-
Ahora mismo está el ratón Mi recibiendo su castigo: lo han mandado a
clavar en la pared la llave de Sol. De ahora en adelante, la llave del
Señor Sol estará clavada en la puerta de su casa, en el segundo piso del
edificio, y todo el que quiera entrar o salir de casa, tendrá que pasar
por ella primero y dejarla clavada en su mismo puesto de siempre... por
eso ya no se refieren a ella como “la llave”, ahora la llaman “LA CLAVE
DE SOL”.
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